LA TRAGEDIA DEL PUEBLO HAITIANO ES TAMBIEN DE VARIAS DECADAS DE IMPERIALISMO

Aquí compartimos con tod@s ustedes unas pequeñas líneas de condolencia, solidaridad y reflexión sobre la tragedia que hoy sufre el pueblo Haitiano desde el pasado martes 12 de enero causada por el terremoto de magnitud 7. Como espacio de trabajo de medios alternativos, cultural y político en nuestra ciudad mediante CineLibre no somos indiferentes al dolor de los pueblos y a nuestra labor seria y comprometida por develar cada vez la falsedad y darnos cuenta que el emperador esta desnudo.

Hoy es Haití y su terrible tragedia, como vemos y oímos, es el país mas nombrado ahora en los medios, así como la expresión que "Es el país mas pobre de Latinoamérica" por varios presentadores de las noticas. Pero por qué Haití es el mas pobre del hemisferio sur? eso no lo dicen los medios, verdad? Por eso debemos realizar un contexto social y político de la tragedia Haitiana.

Ahora todas la súper potencias alardean de sus ayudas al pueblo Haitiano, claro, en estas circunstancias dirán ustedes no es hora de hablar de política, la ayuda humanitaria es humanitaria y no es política, tienen razón. Pero preguntémonos, después de que en unos largos años este hermano país empiece a recuperarse de su tragedia cambiaran las pasadas situaciones que lo llevaron a que siga siendo el mas pobre del continente y que de alguna manera no resistiera este tremendo terremoto, sin hospitales públicos, con el 80% de la población en la miseria y con el 50% de dependencia de las remesas internacionales, con el 50% de desnutrición de su población, la misma cifra sin acceso el agua potable y según datos del portal portafolio.com la deuda externa que supera los 1.000 millones de dólares al Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y al tal Club de parís, este ultimo que por condolencias ahora busca retirar la deuda hacia Haití. Tendrán que pasar terremotos en los países mas pobres del mundo para que sean tenidos en cuenta y retiradas las deudas explotadoras de los señores imperiales? Pero bueno, así es el cinismo del poder.

Como diría en una columna en la web recientemente el señor Fidel castro Ruz, que ahora nadie recuerda que Haití fue el primer país en liberarse del yugo explotador europeo donde 400.000 africanos esclavizados y traficados por los europeos se sublevaron contra 30.000 dueños blancos de plantaciones de caña y café, llevando a cabo la primera gran revolución social en nuestro hemisferio. Páginas de insuperable gloria se escribieron allí, dice Fidel.

El más eminente general de Napoleón fue derrotado. Haití es producto neto del colonialismo y el imperialismo, de más de un siglo de empleo de sus recursos humanos en los trabajos más duros, de las intervenciones militares y la extracción de sus riquezas. Finaliza párrafo Fidel diciendo que Este olvido histórico no sería tan grave como el hecho real de que Haití constituye una vergüenza de nuestra época, en un mundo donde prevalecen la explotación y el saqueo de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta.

A continuación queremos ilustrarlos mejor para entender el porque la tragedia del pueblo Haitiano viene también de varias décadas atrás de imperialismo, cosa que Estados Unidos y la buena de fe de Obama y la ayuda “Humanitaria” mostrada por los medios desconocen la historia y el verdadero problema de esclavitud que hoy sigue en este país por las grandes corporaciones.

De aquí en adelante sigue una parte del texto traducido del movimiento contra la guerra ANSWER sobre algo de historia imperial en esta hermana nacion.

En 1804, lo que empezó como una revuelta de esclavos, culminó una década más tarde en la liberación de las cadenas del colonialismo francés, haciendo de Haití la primera colonia Latinoamericana en lograr su independencia y la primera república negra del mundo. Antes de la victoria del pueblo haitiano, George Washington y Thomas Jefferson, el entonces Secretario de Estado, apoyaron a Francia por temor a que Haití inspirara revueltas entre la población esclava estadounidense. La aristocracia esclavista de Estados Unidos estaba espantada por la reciente libertad ganada de Haití.

La interferencia de Estados Unidos empezó a formar parte de la historia de Haití y culminó con la ocupación militar estadounidense desde 1915 hasta 1934. Mediante la intervención económica y militar, Haití estuvo subyugada. Mientras, el capital estadounidense desarrollaba el ferrocarril y compraba plantaciones. Franklin D. Roosevelt, en aquel momento secretario consejero de la Marina, en un gesto de arrogancia colonial redactó una constitución para Haití en la que, entre otras cosas, permitía a los extranjeros comprar territorio. Más tarde, mientras Haití sufría bajo sus brutales políticas represivas, los dirigentes estadounidenses encontrarían su lugar junto al dictador François Duvalier, “Papa Doc”, y su hijo Jean-Claude Duvalier, “Baby Doc”,.

En las décadas de 1980 y 1990, la política estadounidense hacia Haití quiso reorganizar la economía haitiana para servir mejor a los intereses del capital extranjero. La Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) fue esencial en la modificación de la agricultura haitiana, que abandonó la producción de grano, abonando así el terreno para la dependencia total en la importación de alimentos. Arruinados los agricultores haitianos, se dieron a la desbandada hacia las ciudades en busca de un medio de vida, lo que tuvo como consecuencia el crecimiento desordenado de las barriadas chabolistas de Puerto Príncipe y otros centros urbanos.

¿Quién se ha beneficiado de tales políticas? Los productores de alimentos estadounidenses, que se aprovecharon del aumento de las exportaciones a los mercados haitianos y las corporaciones extranjeras que se habían establecido en las ciudades de Haití, que se beneficiaron de la sobreexplotación de la mano de obra barata procedente del campo. Para el pueblo de Haití, sin embargo, esto sólo significó más miseria y expoliación.

Washington orquestó el derrocamiento de Jean-Bertrad Aristide, el presidente haitiano democráticamente elegido no una sino dos veces, en 1991 y en 2004. Haití ha estado bajo ocupación estadounidense con el apoyo de Naciones Unidas durante casi seis años. Aristide no se ganó la enemistad de los dirigentes estadounidenses por sus moderadas reformas, sino por el apoyo recibido de los haitianos más desfavorecidos, lo que cristalizó en un movimiento popular de masas. Doscientos años después, los dirigentes estadounidenses estaban aún horrorizados por la visión de un Haití verdaderamente independiente.

Las inestables infraviviendas a las que solo podían optar los haitianos, gracias a las políticas neoliberales de Washington, se han convertido ahora en las tumbas de muchos de ellos, las mismas políticas a las que ahora se culpa de la falta de hospitales, ambulancias, camiones de bomberos, equipos de rescate, comida y medicamentos. La desgracia de un desastre natural sobre una economía que durante décadas de expoliación la han convertido en fragilísima incrementa enormemente el sufrimiento del pueblo haitiano.

Los desastres naturales son inevitables, pero la planificación y las distribución de recursos pueden jugar un papel decisivo en mitigar el impacto y en el enfrentarse al día de después de una catástrofe. Haití y su vecino Cuba, que no son ajenos a las violentas tormentas tropicales, fueron duramente golpeados en 2008 por una serie de huracanes, que contrariamente a los terremotos son predecibles. Mientras que entonces murieron más de 800 haitianos, en Cuba el número de muertos no llegó a 10. A contrario que en Haití, Cuba tenía un plan coordinado de evacuación y el trabajo de los equipos de rescate tras el huracán estaban centralizados y planificados por el gobierno de Cuba. Esto fue posible porque la sociedad en Cuba no se organiza en función de las necesidades del capital extranjero, sino según las necesidades del pueblo cubano.

Hoy 16 de enero por la mañana temprano, en un discurso televisado, el presidente Obama ha anunciado que la USAID y los Departamentos de Estado y de Defensa trabajarán para apoyar las tareas de rescate y de ayuda en Haiti en los próximos días. Irónicamente, son esas son mismas instituciones gubernamentales las responsables de la puesta en marcha de las políticas económicas y militares que redujeron a Haití a la ruina antes de que el terremoto golpeara el país.

Así podemos entender que mas allá de las ayudas humanitarias que son necesarias hoy por la tragedia también debemos ubicar más allá el problema de un país hermano que durante mucho tiempo a sido victima de invasiones y catástrofes.

Nos solidarizamos con la tragedia y la resistencia del pueblo Haitiano y los invitamos a realizar donaciones, actividades en nuestra ciudad y contactarnos para ver como sumamos esfuerzos y solidarizarnos con nuestros hermanos.

Los dejamos a continuación para que observen el documental “EL ESPEJO HAITIANO” que muestra el derrocamiento del presidente democrático Jean Bertrand Aristide en el 2004 influenciado directamente por los Estados Unidos y toda la intervención multinacional en este país antillano.

Sobre Haití: http://es.wikipedia.org/wiki/Haiti

“EL ESPEJO HAITIANO”:







Comentarios y compilación

Fabian Torres G.

Cine Libre, cinelibree@gmail.com

Enero 2010, villavicencio.

http://www.portafolio.com.co/internacional/europa/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-6960048.html

Tomado de: http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2010/01/15/la-leccion-de-haiti/



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