“Lo que los guardianes de la propiedad intelectual no comprendieron, Es que la información en Internet funciona como una sopa que, Una vez servida, es imposible agarrar con las manos”.
Las ideas y el conocimiento en la historia de la evolución humana han jugado un papel preponderante, es a partir de ellas que la humanidad ha dado pasos hacia adelante o hacia atrás, evolutivamente hablando. En el sistema Capitalista en el que nos encontramos, las ideas y el conocimiento han dejado de ser un bien común y han pasado a ser un bien privado de las grandes empresas privadas (industrias culturales, farmacéuticas o editoriales) las cuales han descubierto que allí radica el acumulado histórico de la cultura humana y por lo tanto un gigantesco y lucrativo negocio.
En la actualidad de nuestra vida cotidiana, todos y todas hemos evidenciado que la Internet cambió las reglas del juego en el arcaico mundo del copyright (de la propiedad intelectual), generándose una red mundial de usuari@s que pueden compartir y crear contenidos a partir de contenidos ya existentes (democracia informacional), sin importar si estos “pertenecen” o no a alguna industria multinacional. Históricamente a partir de ideas ya existentes se han creado otras o se han mejorado las mismas y eso ha permitido la evolución humana. Esto quiere decir, que plantear el copyright no es más que obstaculizar el desarrollo tecnológico y cultural de la humanidad.
Internet se basa en el libre flujo de información, la neutralidad de la red y en la apertura de su contenido. El libre flujo de información permite desestructurar monopolios informativos, la neutralidad de la red mejora la posibilidad de generar ideas, y la apertura significa que todo el contenido de la web está disponible desde cualquier lugar. En estos años, las industrias defensoras de la propiedad intelectual lo han intentado todo: han litigado sistemáticamente contra sitios de internet, contra jóvenes por descargar películas y música y han presionado a los gobiernos para endurecer las legislaciones de cada país.
Estas leyes que defienden la propiedad intelectual, no son más que pataleos de ahogado por parte de las industrias para recuperar el monopolio cultural que tenían antes del surgimiento y desarrollo de internet. Pero, ¿Por qué habría de preocuparnos la aprobación de una ley de los Estados Unidos? Resulta que en el marco del neoliberalismo, Estados Unidos ha tenido y sigue teniendo un rol hegemónico frente al mundo entero, lo cual le da potestad para que sus directrices sean impuestas en todo el mundo, y además, en el caso concreto de los contenidos digitales, la gran mayoría de estos son afectados por las políticas gringas ya que se encuentran alojados en servidores estadounidenses.
SOPA (Stop Online Piracy Act, o "Proyecto de Ley para Acabar con la Piratería en Línea") y PIPA (Protect Intellectual Property Act, o "Proyecto de Ley para Proteger la Propiedad Intelectual") son los más recientes intentos de una larga línea de proyectos de ley alrededor del mundo (como la "Ley Sinde" en España, la "Ley Hadopi" en Francia, ACTA en Estados Unidos o la "Ley Lleras" en Colombia) que buscan adicionarle controles a la red para “proteger la propiedad intelectual” y, restringir la libre circulación de ideas que a fin de cuentas afectan el negocio de ciertas industrias del entretenimiento.
Supuestamente esta ley solo afectaría a los sitios web que cometieran infracciones de Copyright, pero en la práctica, abriría un oscuro camino hacia el control de la red por parte de las industrias. Exigiría que buscadores como Google y las redes sociales como Facebook o Twitter, sean responsables de lo que publica cada un@ de sus usuari@s y les exigirá retirar los enlaces y resultados de búsqueda que apunten a sitios web acusados de piratería, sin importar si estos se encuentra dentro o fuera de los Estados Unidos.
Para lograr este control, los buscadores y redes sociales tendrían la facultad de revisar cada uno de los paquetes de datos que enviamos y recibimos en nuestros ordenadores, y no solo permitiría la vigilancia de nuestras acciones, además llegaría a censurar perfiles, blogs o contenido que publiquemos, coartando con ello nuestra libertad de expresión y el ahorcamiento en la difusión de conocimiento cuyo proceso es de construcción social y no obra de “genios” o de individualidades que buscan privarnos del mismo.
En Colombia la Ley Lleras fue archivada en el Congreso en noviembre del año pasado. Este proyecto buscaba “regular la responsabilidades por las infracciones al derecho de autor y los derechos conexos en internet”, el cual permitía al titular de los derechos reclamar ante el proveedor de servicios de internet para que este sancionara al usuario.
Este proyecto obligaba al proveedor a incluir cláusulas en el contrato que regulara la terminación del mismo frente a infractores reincidentes, si el proveedor consideraba que existiera una infracción retiraría o bloquearía el contenido, si se reincidía en dicho acto se procedía a suspender los servicios de internet y el usuario correría el riesgo de recibir una demanda por parte de los titulares de derechos de autor.
Como usuari@s de internet, hemos jugado un papel activo en el archivamiento de este tipo de leyes tanto en nuestro país como a nivel mundial. Por lo tanto, debemos seguir pendientes de cualquier intento de privatizar internet, y continuar compartiendo música, películas, imágenes y todo tipo de expresión humana, además de registrar todo contenido creado por nosotr@s mism@s como COPYLEFT o CREATIVE COMMONS.
COLECTIVO CULTURAL EL VARADO
mk, severo texto, una chimba
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